Juan Darthés: absuelto, no inocente

|Por Mariana Di Mauro

El sábado por la tarde se difundió la noticia de que el actor Juan Darthés había sido absuelto por la justicia brasilera en la causa que lo imputaba por abuso sexual a la actriz Thelma Fardín en Nicaragua en el 2009, cuando ella tenía 16 años y él 45. El fallo considera que existieron “actos libidinosos” por parte del acusado, no así acceso carnal, por lo que se decidió absolverlo en primera instancia. La defensa de Thelma apelará.

“Como no pudo decir que mentía, la Justicia tuvo que decir que no alcanzaba”, manifestó la actriz en la conferencia de prensa que llevó adelante tras conocerse el fallo, con el apoyo del Colectivo de Actrices Argentinas en la sede de Amnistía Internacional Argentina. “Dice que está probado el delito sexual, que me practicó sexo oral y que me penetró con los dedos. Pero como ocurrió en 2009 está prescripto. Y pide y explica que no hay prueba suficiente respecto del abuso sexual con acceso carnal”, explicó Thelma respecto al fallo.

Foto: Ciudadano News

Para explicar lo estrictamente legal, tomó la palabra la abogada Carla Junqueira, quien explicó: “Darthés no fue declarado inocente, ya que el fallo sostiene que sí hubo actos de violencia sexual y que si hubieran pasado después de 2010 la ley aplicable sería otra”. “Es una situación de tecnicismo legal. El delito pasó en 2009, el Código Penal de Brasil exigía prueba de acceso carnal con penetración para la caracterización del crimen de violación. Una reforma del Código en 2010 dejó de exigir esta prueba”.

Es decir, el juez se amparó en el Código Penal que regía en Brasil en el año del hecho, 2009, y no en el vigente. La diferencia es que antes del 2010, la justicia brasilera exigía pruebas de acceso carnal, lo cual significaba un delito imprescriptible y permitia calificarlo y juzgarlo como violación. Eso fue modificado y hoy ya no es requisito. Sin embargo, ante la duda de que hubiera existido acceso carnal, ya que el juez consideró que no había pruebas suficientes de eso, resolvió considerarlo absuelto.

“Es una decisión conservadora que no está en línea con los estándares del Tribunal Supremo de Brasil”, dijo la letrada y calificó el fallo como “conservador” y “sin perspectiva de género”. El fallo será apelado“Nos queda la segunda y tercera instancia y luego las cortes internacionales”, adelantó.

El reclamo es colectivo: calladas nunca más

“Si yo, con todas las herramientas que tengo, no conseguí un fallo decente, con perspectiva de género, ¿cuál es el mensaje para todas esas otras mujeres, niños y niñas que se acercan a la Justicia y no consiguen respuestas?”, reflexionó Thelma en la conferencia.

Lo que se pregunta Fardín es importante en tanto abre la puerta para pensar el pedido de justicia en clave colectiva. Además de pedir por una condena justa para Darthes, es menester pensar en qué les queda a las mujeres, niñas y adolescentes más humildes, sin ningún tipo de resguardo ni recurso a la mano.

El cuestionamiento fundamenta, en parte, el reclamo que el movimiento feminista sostiene hace años: la necesidad y la urgencia de una reforma judicial feminista y la efectiva implementación de la Ley Micaela en el poder judicial, sumado a herramientas que faciliten el acceso a la justicia a quienes hoy lo tienen imposibilitado.

Este caso es un ejemplo más de que tanto en la resolución como en el tratamiento judicial falta perspectiva de género. Quedó en evidencia que la interpretación de las leyes por parte de los jueces suele favorecer al acusado, garantizando su impunidad, mientras que las denunciantes son revictimizadas y juzgadas durante todo el proceso.

En el 2018, cuando salió a la luz el testimonio de Thelma, muchas mujeres alzaron su voz y denunciaron abusos y violencias sufridas tiempo atrás. Hubo un avance en la discusión sobre la importancia y el valor de denunciar situaciones de abuso y violencia independientemente del tiempo que haya pasado del hecho.

Lo preocupante de este fallo es que vuelve a poner en riesgo la posibilidad de que las mujeres se animen a denunciar. ¿Quedarse calladas vuelve a parecer una opción? La respuesta debe ser no. Calladas nunca más.