Myriam Bregman, la troska que todes queremos

Por Ailin Colombo, Mariana Di Mauro y David Pike Lizárraga

Diseño por Emiliano Guerresi

A pesar de su semblante sereno, no escapa a las acaloradas discusiones en la Legislatura, los medios o las redes sociales. Amiga de los simbolismos, suele presentarse en público vestida de rojo o verde. “Estuve y voy a estar siempre del mismo lado, junto a las mujeres, a los trabajadores y  a la juventud”, promete en su página web. Perfil de Myriam Bregman, precandidata a presidenta de la Nación por el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U).

Militante trotskista, feminista, madre de una adolescente, fue abogada de Julio López y Milagro Sala. También tiene un largo recorrido como legisladora. La Rusa, como la conocen, se candidatea a la presidencia por primera vez. La fórmula del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) que encabeza, secundada por Nicolás Del Caño, competirá en las elecciones PASO en la interna del FIT-U contra Gabriel Solano (Partido Obrero) como presidente y Vilma Ripoll (Movimiento Socialista de los Trabajadores) como vicepresidenta.

Para lanzar su candidatura eligió ni más ni menos que la provincia de Neuquén, tierra de FaSinPat, la ex fábrica de cerámicas Zanón, recuperada por sus trabajadores a quienes Bregman patrocinó como abogada. Recorrió las cooperativas Cerámica Neuquén y la textil Traful Newen. Allí, resaltó que su propuesta es tomar “medidas para que la crisis no la paguemos los trabajadores”.

La chica de Timote

Bregman es oriunda de Timote, un pueblo de poco más de 500 habitantes al noroeste de Buenos Aires, a 420 kilómetros de Capital Federal. El pequeño poblado fue protagonista de uno de los asesinatos más resonantes del siglo XX. Allí, en el sótano de una casa encontraron el cadáver del dictador Pedro Eugenio Aramburu, ajusticiado por Montoneros en 1970. Myriam contó en Anfibia que solía jugar con su hermano a meterse en el sótano de esa casa.

Nació en 1972, en el seno de una familia judía, de allí su apodo, “La Rusa”. Los Bregman provenían de Bielorrusia; su padre fue maestro y comerciante, tenía una tienda de ropa en el pueblo. La realidad de su madre era distinta. Procedente de una colonia alemana, “no pudo terminar la escuela porque tuvo que trabajar desde muy chica”, explicó la legisladora en su web.

No proviene de una familia con historia militante ni política, aunque, con la llegada de la democracia, su padre reivindicó la figura de Raúl Alfonsín, y la llevaba a las caravanas del entonces presidente. Esas fueron sus primeras marchas. A los 18, se instaló en Capital Federal con su hermano para estudiar abogacía en la Universidad de Buenos Aires.

Trabajador vota trabajador

¿Cómo una joven sin tradición política familiar terminó militando en la izquierda? La Universidad de Buenos Aires tuvo un papel fundamental en esa transformación. “Trabajador vota trabajador”, rezaba un cartel en la UBA, esa interpelación a la clase captó su interés y permitió su acercamiento al PTS. “Eso de no votar a los partidos que perjudican a los laburantes y que el que lo dijera fuera el delegado de un astillero me llamó la atención”, comentó en DiarioAr.

Mientras tanto, trabajaba en el Banco Hipotecario. La semana pasada, mientras la Comisión de Legislación del Trabajo discutía en Diputados la reparación histórica de estatales despedidos en los 90´, contó que para obligarla a renunciar la hacían cumplir horario, nueve horas sin tareas. “Pasé el proceso de privatizaciones. Te obligaban a aceptar los retiros voluntarios, te esperaban en la puerta con un ex jefe de la Policía Bonaerense y te ofrecían gentilmente que acogieras al retiro voluntario”, rememoró.

Ya recibida de abogada en la convulsionada década menemista, comenzó a dedicarse a la defensa de los derechos humanos. Su primera iniciativa fue la creación de una red de abogados encargada de liberar a los detenidos en movilizaciones. Por esos años, formó parte de la fundación del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH).

Jorge Julio López

En más de una ocasión resaltó que la desaparición de Jorge Julio López fue un antes y un después en su vida. Bregman fue abogada en distintas causas de lesa humanidad, entre ellas, de la querella que integraba López en la causa contra el genocida Miguel Etchecolatz, director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la última dictadura.

Mientras se desarrollaba el juicio, la mañana del 18 de septiembre de 2006, día en que Bregman leería su alegato, Julio, testigo clave de la causa, no asistió a los Tribunales. Ella sostiene que para los compañeros y compañeras de su generación que asistieron al juicio esa mañana era impensado que López estuviera desaparecido.

Durante su alegato la abogada pidió un cambio de calificación para el represor: que se lo juzgue por genocidio. “El señor Etchecolatz fue parte de un plan de exterminio sistemático”, argumentó. Al día siguiente, el ex jefe de policía fue condenado a cadena perpetua. Desde el primer momento de la segunda desaparición de López, Myriam sostuvo que había que investigar a la bonaerense. Hoy el testigo clave continúa desaparecido.

Feminismo

Otra de las banderas que levanta Bregman es la del feminismo. Es dirigenta de la agrupación feminista de su partido Pan y Rosas, fundada en 2003 tras el Encuentro Nacional de Mujeres de ese año. Además, es la primera mujer en encabezar una fórmula presidencial en el FIT.

Se define como feminista socialista, ya que sostiene no separar la lucha de género de la de clase. Militó activamente la aprobación de la legalización del aborto, tanto en el recinto y en los medios de comunicación, como en las calles. Así también, cuentan con su presencia en cada manifestación de Ni Una Menos y del Día de la Mujer.

Según Bregman, la estrategia que debe mantener el movimiento es la presencia en las calles: “el patriarcado existe, no se terminó por decreto. (…) Nunca nos regalaron nada a las mujeres. Lo peor que nos pasó es esta última etapa, en donde se creyó que con un ministerio, desde arriba, se iban a cambiar las cosas. Creo que hay que retomar la calle y la acción colectiva”, declaró en la Televisión Pública.

Judía y comunista

“Somos comunistas, ¿y que? Sí, yo quiero terminar con este sistema totalmente irracional donde el 30 por ciento de la comida que se produce se tira. (…) ¿Qué tiene para ofrecerle a la humanidad este sistema capitalista?”, sostuvo enfática en una radio rosarina. Como comunista internacionalista, no canta el himno nacional, motivo por el que recibió ataques antisemitas.

En el 2021, el abogado Alejandro Fargosi, ex consejero de la Magistratura, compartió en Twitter un discriminatorio flyer en el que se describió a Bregman como “militante judía del Frente de Izquierda” y se citaba una frase fuera de contexto que decía “no canto el himno porque no me representa y porque soy de izquierda”. A eso, Fargosi agregó el texto: “¿Vos compartís estas ideas?”. Dado el repudio generado, borró el tuit horas después.

Frente al ataque, Bregman se defendió alegando que la asociación del judaísmo con lo antinacional es falsa: “En mi partido y en la izquierda defendemos los intereses nacionales mucho más que los entreguistas como Fargosi, que son abogados de las privatizadas que saquean al país y de los bancos que saquean al país y a las familias. Él intenta desviar la atención y estigmatizar”.

“Levantá la izquierda”

El spot de campaña de Bregman – Del Caño invita a levantar la izquierda. Presentan la fórmula como una alternativa al “malmenorismo”. En su web, la diputada desarrolló la propuesta de su lista del Frente de Izquierda resumida en diez puntos.

La propuesta más álgida es la denuncia de la ilegitimidad de la deuda con el FMI, prometen romper el acuerdo con el organismo de crédito. “El voto al Frente de Izquierda es un mensaje político de los que no queremos que el ajuste lo pague el pueblo”, sostuvo Bregman en la Televisión Pública.

Además del rechazo a la deuda externa, otros puntos de su proyecto son la estatización de todas las privatizadas, unificación y centralización del sistema de salud, eliminación del IVA de la canasta familiar, rechazo al fracking y la megaminería, que los funcionarios cobren como una maestra, trabajo para todos, aumento de salarios, prohibición de despidos y 82% móvil para jubilaciones. .

Militante consecuente

Su labor como abogada, su militancia feminista, su acompañamiento a la lucha de los trabajadores, pero sobre todo, su ser consecuente en tiempos que la palabra no vale mucho, ha despertado el respeto, la admiración y el cariño de propios y ajenos.

Así es Myriam, la troska de todes queremos.