Asumió el nuevo presidente, el ultraderechista Javier Milei y los referentes del campo popular se expresaron en las redes sociales.
El ex precandidato del peronismo, Juan Grabois escribió, “planteo mesiánico y fundacional, análisis histórico gorila, diagnóstico con elementos reales… pero totalmente sesgado para justificar shock, ajuste al Estado, privatizaciones y despidos”. Por su parte, la ex candidata de la izquierda, Myriam Bregman, dijo sobre el nuevo presidente “en los paneles de TV se mostraba disruptivo; ahora es un ajustador clásico, hecho y derecho”
Entre los intelectuales del campo popular que se expresaron, estuvo la referente contra el extractivismo, Mariastalle Svampa, quien afirmó por tuit sobre el discurso de Milei, “que diga que “No hay alternativa al ajuste” y la gente aplauda, nos habla de la pobreza de alternativas existentes y del fracaso de la clase política”.
La referente feminista, Marta Dillon, tuvo términos muy duros, “ni en mis peores sueños imaginé que en los 40 años de democracia sin interrupciones la gente grite en la plaza “policía, policía” y “no hay plata””. El intelectual de izquierda, Atillio Borón, escribió, “pobrísimo discurso “fundacional”. Vaguedades en lugar de propuestas concretas; revoleo de estadísticas sin ton ni son; referencias escatológicas y diagnósticos catastrofistas”
También opinó, el recién asumido diputado nacional Juan Marino, referente de los movimientos sociales, afirmando que “eso no es la herencia. Eso es una extorsión para justificar la motosierra”. El “Tanto” Catalano, dirigente porteño del sindicato de estatales ATE, afirmó que “decir “el ajuste será sobre el Estado y no sobre los privados” es decir que el ajustado es el pueblo para favorecer a los de siempre”.
Por la izquierda, el ex precandidato por el Partido Obrero en la interna del Frente de Izquierda, Gabriel Solano, tuiteó que “el discurso de Milei fue un chantaje al pueblo. O aceptan el ajuste o vamos a la hiper. Pero ese ajuste lo pagará el pueblo y no la política”.El histórico dirigente, Jorge Altamira expresó que “el Javierazo, medio siglo después del Rodrigazo. Cómo entonces, un golpe de estado económico. A fuerza de decretos, sin autorización presupuestaria del Congreso”.