Por Mariana Di Mauro
Las empresas recuperadas llegaron al despacho del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, para discutir sobre el contexto actual y proponer estrategias que contribuyan al resguardo de los trabajadores bonaerense frente al avance del gobierno de Javier Milei. Expropiaciones, nueva moneda, obra pública y organización popular son algunos de los ejes sobre los cuales giró la reunión. De todo esto conversamos con Eduardo “Vasco” Murúa, referente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER).
Amenazados por el escenario de extrema recesión, apertura de importaciones y tarifazos, los y las trabajadoras organizados en el MNER le presentaron al gobernador una serie de estrategias para proteger los puestos de trabajo. En este sentido va la propuesta de reforma de la Ley de Expropiaciones de la provincia que le presentaron.
“Necesitamos la reforma de la ley de expropiaciones en la provincia con un capítulo especial, y que tenga dos formas: una de expropiación definitiva e incluimos la figura de una expropiación temporaria que mejoraría las dificultades que tienen siempre los gobiernos con nosotros porque tienen que pagar la expropiación. En este caso, lo que haríamos es quedarnos con la empresa, seguir trabajando y pagar un canon a la justicia que puede ser compartido, pagado por la cooperativa o por el Estado”, explicó el Vasco. Lo importante de esta incorporación radica en que las y los trabajadores no tendrían que dejar de producir ni abandonar la fábrica mientras dura el proceso judicial y contarían con un resguardo jurídico.
Además, la reforma incluye, entre otras cosas, la creación de un fondo de capital inicial rotativo cuya tasa siga la inflación y que esté disponible en el tiempo para las diferentes empresas recuperadas que surjan, cuyo destino sería la compra o automatización de la maquinaria para comenzar a producir nuevamente. Este es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los trabajadores al recuperar una empresa.
El MNER apunta a “una ley más moderna para que ese proceso que significa la continuidad no lleve los procesos traumáticos que son para los trabajadores. Que quede abierta la fábrica, que rápidamente se pueda seguir produciendo, y que el Estado lo pueda hacer. El reclamo de los trabajadores fue que el Estado tuviera una política pública hacia el sector”, expresó su dirigente.
Una nueva moneda
Con sus 26 años de existencia, el MNER busca discutir la política de hoy sin perder de vista los escenarios futuros. Tras un “gobierno colonial”; como ellos denominan al actual, “va a ser muy difícil cambiar la realidad”, y sostienen que no va a alcanzar con el trabajo de las organizaciones sociales y sindicales que ya están muy debilitadas, sino que es necesario “tener una actitud, aparte de denuncia, más clara y hacer cosas novedosas, por ejemplo una moneda en la Provincia de Buenos Aires”.
“La necesidad de generar una moneda es para volver a tener la misma actividad en la provincia que teníamos antes de que venga Milei. Nosotros creemos que el problema es que se ha vaciado la base monetaria y nosotros tenemos la obligación, con nuestro pueblo, de generar esa moneda”, contó el Vasco.
Con algunas disidencias con el gobernador sobre este punto, el MNER intenta ampliar la perspectiva, pensando en lo que quedará luego del gobierno de Milei. El Vasco, representando a las y los trabajadores de las empresas recuperadas, reflexiona sobre la realidad y defiende la propuesta:
“La moneda tiene el sentido no solamente de discutir con el gobierno de hoy, sino que nuestro pueblo pueda crecer y generar trabajo para todos. No se sale de la misma manera que se salió en el 2001 y en el 2003, no va a haber permiso internacional para recomponerse rápidamente. Creemos que vamos a estar en una situación muy complicada después de la salida de este gobierno con toda la economía endeudada, hipotecada y con un problema que tenemos para adentro y en los barrios, que más que tierra de nadie va a ser un narco-estado, sin políticas ofensivas contra los sectores de poder. La moneda también debería servir para recomponer, al no haber inversiones ni dinero después, para generar un plan de desarrollo en nuestro país”.
Obra pública y organización popular
Otro eje que tuvo la reunión y sobre lo cual conversamos con el Vasco tuvo que ver con la obra pública y la organización popular. El Movimiento presentó una propuesta para reactivar la obra pública en los barrios en clave solidaria y popular. “Lo otro que le planteamos es la generación de una organización que nosotros llamamos Congreso del Unido para encarar, ante la falta de recursos de la provincia, la obra pública en manos de las organizaciones sociales, eclesiales, políticas, sindicales y todo el pueblo, con trabajo voluntario, y con un fondo solidario que pongan todas las organizaciones. Y que el Estado ponga los profesionales y algunos recursos”, explicó el dirigente.
Trasladando la consigna de las empresas recuperadas, “la cooperación supera a la competencia”, el MNER presenta esta idea promoviendo la unión de los sectores más postergados como germen de la construcción de poder popular. En palabras del Vasco: “Si esa empatía, si esa unidad popular, si esa discusión política en los barrios, haciendo, no diciendo, se logra, puede generar el poder popular para cambiar esta historia”.
Según contó Murúa, en términos generales la respuesta de Kicillof fue positiva, “planteó que cree que tiene que haber una política de Estado para la recuperación de empresas. Yo le planteé lo mismo que al presidente Kirchner el 12 de octubre del 2004, que si el Estado se comprometía y actuaba en consecuencia con la necesidad de nuestro pueblo en una política para la recuperación de empresas, a nosotros nos aliviaría un poco el trabajo y podríamos ir a organizar otro espacio, porque estaría cumplido el rol de la organización de que el Estado asuma esta política como propia”.