Fotos: Julieta Piermaría
El Espacio para la Memoria “Virrey Cevallos” realizó un festival el pasado sábado 13 de junio en su sede ubicada en el barrio porteño de Monserrat, en solidaridad con los cinco trabajadores despedidos del sitio y para denunciar el vaciamiento de las políticas de Derechos Humanos perpetradas por el gobierno nacional.
En la tarde del sábado, “Virrey Cevallos” se llenó de actividades artísticas: hubo música, obras de teatro, proyecciones, baile, un espacio para niñeces y radio abierta. Durante la jornada se recaudaron fondos para los trabajadores despedidos que representan la mitad del personal del espacio.
Los trabajadores del Espacio remarcaron que no se trata de un museo, sino de un lugar que tiene el objetivo de promover “memoria viva”. Por eso, allí funcionan talleres, charlas, una escuela para adultos, así como la redacción de tres medios cooperativos: El Grito del Sur, Feminacidas y Revista Resistencias.
Por la radio abierta, pasaron distintas personalidades que se solidarizaron con los despedidos. Entre ellos, Miriam Lewin, defensora del Público; Martina Noailles, secretaria de Medios Autogestivos de Sipreba; y Diego de Charras, vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
“Virrey Cevallos” funcionó como un centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura genocida entre 1976 y 1978. Se trataba de una vivienda particular rentada a la Fuerza Aérea durante ese periodo.
De acuerdo a la Comisión Nacional por la Memoria, un grupo de vecinos avanzó con las denuncias para la recuperación de la casa en 2003, cuya ley de expropiación se conquistó en 2008. A fines de 2014, el espacio fue declarado lugar histórico nacional bajo el decreto presidencial 1762.